Frutas deshidratadas: Cómo saber si están realmente secas

¿Cuál es la diferencia entre una pieza de fruta seca y una que todavía está jugosa? Es simplemente agua, ¿no? No es así. Mientras que el agua es el principal ingrediente que determina la jugosidad de una fruta, es el agua dentro de la fruta la que determina si está realmente "seca". Una forma fácil de saber si la fruta está realmente seca es morderla. Si está realmente seca, estará muy dura. Por otro lado, si no está seca, sino que simplemente está desprovista de agua, al morderla se llenará la boca de zumo.

1. Seleccione su fruta

Una vez que haya decidido dónde quiere ir y qué tipo de comida quiere comer, el siguiente paso es comprar los alimentos y prepararse para comerlos. Cuando se trata de fruta, hay que recordar que siempre hay que seleccionar la que está madura. La fruta madura es la más dulce y tiene más sabor. Además, compra siempre fruta que esté en su color natural. No compres fruta que no tenga su color natural. Obtendrás mucho más placer al comer ese tipo de fruta.

2. Riegue la fruta

Lava la fruta que vas a comer y córtala en trozos fáciles de comer. A continuación, coloca la fruta en un plato y ponle un poco de azúcar por encima. A continuación, coge un tenedor y pincha la fruta con él. ¡Toma un bocado y disfruta de tu comida!

3. Morderla

Las frutas deshidratadas son muy fáciles de llevar a todas partes. Son una forma estupenda de saciar el hambre sin tener que parar a comprar comida. Además, te aportarán los nutrientes necesarios para mantenerte sano y con energía. La mayoría de la gente piensa que las frutas deshidratadas sólo son buenas para situaciones de emergencia. Eso no es cierto. Deberías llevar siempre algunas contigo en caso de que te dé un repentino ataque de hambre.

En conclusión, mucha gente se limita a tirar alimentos en perfecto estado. Sin embargo, hay algunas pruebas sencillas que puedes hacer en casa para ver si la comida que compras está realmente seca. Sólo necesitas una cuchara, un cuchillo, una tabla de cortar y algo de sentido común. Compruébalo: Quita la tapa del tarro de fruta. Con una cuchara, pon un poco de la fruta seca en la tabla de cortar. Ahora, con el cuchillo, corta la fruta en cuatro trozos. Vuelve a poner un trozo en el tarro y comprueba el color del trozo de fruta que queda en la tabla de cortar. Si todavía tiene un color brillante, la fruta no está completamente seca y debe comerse. Si tiene un color marrón-gris apagado, la fruta está deshidratada y debe desecharse.